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THAYS PEÑALVER

INTRODUCCION

1/12/2015

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A todo el que quiera saber de hoy, tiene que saber de ayer. No voy a hacer una introducción, sino mas bien regalarle nuevamente mi articulo favorito de petróleo y política. Las palabras sobraran después de leerlo.

LA ERA DEL PARÁSITO FELIZ
Arturo Uslar Pietri

Venezuela está en crisis. Las bases y los supuestos sobre los cuales hemos levantado la situación aparente del país han revelado su inadecuación y su incapacidad para continuar sosteniendo un proyecto nacional en gran parte irracional y falso. La terrible sacudida de la devaluación ocurrida en febrero de 1983 puso al descubierto la desproporción creciente e insostenible entre nuestros niveles de gastos y nuestra efectiva capacidad de producir riqueza. En la última decena de años, en la abundancia fantasmagórica de los petrodólares, se formó una mentalidad casi mágica de la riqueza y un estilo de vida y de gobierno que era absolutamente insostenible desde todo punto de vista y que tenía que desembocar en un trágico encontronazo con la realidad, para el cual no estábamos preparados en ninguna forma y del que, todavía, no tenemos una noción válida de la magnitud y de los riesgos que representa, ni mucho menos de los importantes sacrificios y rectificaciones que exige e impone a todos los venezolanos.

No era difícil prever el desenlace de esa loca carrera al derroche y al consumo improductivo de riqueza no ganada. El país entero, en todas sus capas sociales y formas de actividad, se convirtió en un inmenso y gozoso parásito del petróleo. Con el alza inesperada y continua de los precios del petróleo desde 1973, todos llegamos a creer, o a actuar como si lo creyéramos, que todos podíamos hacernos ricos casi sin esfuerzo, con un poco de viveza y suerte, sin muchos escrúpulos, si teníamos el sentido de la oportunidad y del valor de las conexiones.

El cambio de las dimensiones revistió caracteres de pesadillas. Un país que durante más de cuatro siglos y medio, de los cinco escasos de su existencia histórica, vivió en la pobreza, en la escasez y en el atraso vio, en cortos años y a un ritmo alucinante, desatarse un torrente de riqueza monetaria casi sin equivalente en el resto del mundo. En menos de cincuenta años el gasto consolidado del gobierno y sus organismos pasó de un poco más del centenar de millones de bolívares por año, a cifras astronómicas que se estiman, para las etapas últimas, en el fabuloso volumen de alrededor de 150 mil millones de bolívares anuales, para no mucho más de quince millones de habitantes.

Un torrente de riqueza de esa magnitud hubiera causado desajustes graves y deformaciones peligrosas en cualquier país, pero tenía que provocarlos de mucha mayor magnitud en un país tradicionalmente pobre, no preparado para dirigir, y mucho menos para digerir útilmente, semejante diluvio de dólares. Las mismas nociones elementales de riqueza, producción, trabajo, costos y ahorro perdieron su sentido original y tendieron a convertirse en abstracciones. La abundancia monetaria creó una inflación imposible de contener que engendró a su vez una paradoja económica. Lo único barato era el dólar, gastar y comprar en el extranjero era más ventajoso que en el propio país y todas las actividades tradicionales o nuevas, agrícolas, industriales o de servicios, se convirtieron fatalmente en actividades subsidiadas, en una u otra forma, por la riqueza petrolera que el Estado dispensaba a manos llenas. En el corto lapso de una generación se transformó la composición y la mentalidad de la población. De un país de escasos recursos se paso a otro que parecía creer que contaba con recursos ilimitados; de un país de campesinos atrasados, en el que de cada cinco habitantes cuatro vivían en el medio rural, se paso a otro en el que de cinco habitantes cuatro vivían en núcleos urbanos y, particularmente, en las pavorosas aglomeraciones de ranchos que borraron todo aspecto urbano de ciudades como Caracas.

No sólo se gastó locamente sin plan ni concierto, sin parecer darse cuenta de que establecer físicamente una planta industrial no es lo mismo que dotarla de posibilidades económicas, provocando un desarrollo falso de meras apariencias, y de simulaciones que, lejos de producir riqueza, lo que hacía era destruir improductiva y parasitariamente la que el petróleo originaba, sino que, además, se incurrió en la imperdonable imprudencia de contraer inmensas deudas públicas y privadas, dentro del país y en los mercados financieros internacionales, que hicieron mucho más endeble y falsa nuestra posición económica. Ya el parásito no se conformaba con devorar estérilmente la sangre del petróleo, sino que comenzó a buscar sangre prestada, creando un insoportable pasivo que el país no podía pagar oportunamente con sus recursos previsibles.

Lejos de “sembrar el petróleo”, lo que hicimos fue despilfarrarlo en proporciones desmesuradas y crear encima una deuda que hoy agobia a la nación y que hace más difíciles sus posibilidades de recuperación. Ahora podríamos preguntarnos: ¿Quienes son los culpables de semejante desastre? Desde luego, los hombres y los partidos que han gobernado a Venezuela en los últimos treinta y tantos años. Pero, aunque es grande y decisiva su responsabilidad, ellos no actuaron solos y a espaldas de la colectividad nacional. Los venezolanos, en su inmensa mayoría, participamos, en una u otra forma, en ese trágico carnaval. La burocracia parásita, los empresarios que encontraron lucrativo y fácil vivir de favores del Estado, los que contrataban con el sector público, todos los que, en una u otra forma, se beneficiaron de ayudas, dádivas, préstamos sin base, subsidios de toda índole y de la varita mágica del dólar barato.

Las pocas voces que se alzaron aquella loca carrera al desastre no tuvieron casi eco. Era demasiado grande la tentación del enriquecimiento fácil, de la vida regalada y del consumismo estéril.

Con la abundancia de dinero y su despilfarro por el Estado, tenía que surgir la corrupción. No se necesitaba capital, ni antecedentes de experiencia, para lograr un contrato jugoso con el Gobierno; todo era asunto de conexiones políticas y comisiones cuantiosas. Una errada política laboral, paternalista y con fines politiqueros, llenó de burocracia inútil las innumerables dependencias que el Gobierno creaba y mantenía, el volumen de trabajadores doblaban o triplicaban, con inmenso daño de la eficiencia y de los costos, las necesidades reales de mano de obra en empresas y servicios del Estado. No sólo era una política de insostenible derroche, sino de fomento del ocio y la irresponsabilidad del trabajador.

Hoy sabemos con la elocuencia pavorosa de los hechos que semejante derroche de hombres y recursos no podían sostenerse por mucho tiempo y que era fundamentalmente incompatible con toda posibilidad seria de crecimiento estable y sano para Venezuela. La dura realidad de los hechos nos ha obligado a enfrentar con carácter de grave emergencia nacional la situación que nuestra ligereza y nuestra imprevisión crearon.

Hubiera sido menester que se hubiera tenido un sentido claro eficaz de la fragilidad y artificialidad de nuestra adventicia riqueza y que, en tiempo oportuno, se hubieran establecido correctivos y líneas de conducta que hubieran podido evitarnos este lamentable desenlace. No se hizo y ahora tenemos que intentarlo con la prisa de la emergencia y sin estar preparados en una forma adecuada para implantar y aceptar las rectificaciones, a veces muy ingratas, que impone la situación.

Ha terminado, ciertamente, la era del parásito feliz y ha comenzado, irremisiblemente, el tiempo de las rectificaciones. El Estado venezolano no puede seguir siendo el San Nicolás prodigo que otorga dádivas. empleos y subsidios sin medida; los hombres de empresa no pueden hacer sus cálculos de beneficios sobre la protección y la manirrotez ilimitada del Gobierno, sino sobre la realidad de la capacidad de producción y de consumo del país; los trabajadores, por su parte, tienen que entender que su posibilidad de alcanzar mejoras no dependen ya de generosa intención de los políticos, sino de su real capacidad producir riqueza por medio del trabajo eficiente. Es un cambio de 180 grados que exigirá de todos los habitantes del país un nuevo espíritu de comprensión y de voluntad de sumar esfuerzos.

La situación anterior no podía prolongarse y tarde o temprano tenía que desembocar en esta difícil confrontación con la realidad. Hubiera sido preferible que la previsión y el sentido común nos hubieran indicado a tiempo las medidas aconsejables para evitar este desenlace indeseable, pero ahora que ha ocurrido lo peor que podríamos hacer es entregamos a la desesperación, a la parálisis del miedo y a una visión apocalíptica del presente y del futuro.

No sólo no se ha acabado Venezuela, sino tampoco ha desaparecido la riqueza fundamental con la que puede contar para su desarrollo sano y sólido. Cuenta con cuadros humanos de alta capacidad intelectual, técnica y laboral y tiene no sólo la seguridad de contar para el futuro con una producción de petróleo que le asegure un flujo de dólares con el que muy pocos países de nuestra dimensión sueñan con alcanzar, sino que, por el efecto mismo de la involuntaria devaluación, se abren ahora nuevas perspectivas para nuestra producción. Con la nueva relación del Bolívar con las monedas extranjeras, hoy es posible, a niveles lucrativos, producir para la exportación de toda clase de bienes distintos del petróleo. La posibilidad de lograr una economía más sana y autosuficiente, liberada de subsidios y ayudas estatales e integradas firmemente al comercio mundial, se ofrece hoy a nuestro esfuerzo.

Podríamos ampliar muchas de nuestras producciones y servicios para este nuevo mercado y crear otras muchas actividades lucrativas que antes no eran posible por el efecto desfavorable del dólar barato.

Puede ser, y yo lo espero, que esta crisis, que no supimos prever y evitar, nos enseñe las verdades que parecemos olvidar por tanto tiempo y, entre otras, aquella, tan vieja como Adam Smith, de que la riqueza de una nación es simplemente el producto de su trabajo.

Si así lo entendiéramos y lo pusiéramos en práctica, si supiéramos aprovechar las posibilidades de transformación favorable que ofrece esta ingrata coyuntura, pudiera ser posible que en el futuro los venezolanos recordaran este momento como la providencial ocasión que se presentó inesperadamente y que Venezuela supo aprovechar con inteligencia para salir de sus vicios económicos, para curarse de desviaciones y engaños, y para establecer definitivamente la posibilidad real de un crecimiento verdadero, distinto e independiente del petróleo.

Sería el gran momento para pasar de la triste y lamentable situación de parásitos del petróleo a la de productores de riqueza, con la utilización sagaz de nuestros recursos y oportunidades y la aplicación sin desmayo de toda nuestra capacidad de producir y crear.    
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RESUMEN DE ESCENARIOS ACERTADOS (PETROLEO)

1/5/2015

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Si bien escribí 51 artículos sobre el Petróleo, la presente es una colección de 30 artículos sobre el tema. La razón de su publicación no es solo el de la coyuntura petrolera actual que a fin de cuentas puede variar o rebotar durante un tiempo mas, sino para tratar de explicar que fue lo que pasó y porque sucedió. Pero también porque fueron los que causaron mayor polémica a los “expertos petroleros” muchos de los cuales me hicieron llegar sus rotundas negativas a este escenario. Cito algunos ejemplos que recibieron las peores criticas.

“Y allí estaba yo. Cargada de preconceptos, lancé las sandeces económicas aprendidas en nuestra pequeña aldea tropical sobre la importancia de la reducción de la OPEP, que si China es la gran cosota, que si las guerras y demás enlatados que nos venden diariamente…. “Usted verá- me respondió el experto petrolero saudí hablándome pero viendo a mi contraparte varón- en "El Reino" ya no manejamos esos conceptos, el petróleo no sube o baja porque nosotros bajemos la producción, los chinos paren sus fábricas o existan guerras en Medio Oriente. jueves 22 de noviembre de 2012

“mas pronto que tarde terminará la Fiesta de las Materias Primas y Venezuela podría amanecer como en 1983” 08 de Enero de 2013. 

Maduro recibe al país en peores condiciones que el mismísimo Herrera Campíns y no por los ajustes económicos que serán aplicados, sino por el implacable Viernes Negro que le espera, cuando el capitalismo salvaje deje de especular con el barril como en la época de Herrera Campíns”. 24 de enero 2013
 
“Si las predicciones de los ricos sobre los 20.000 puntos del Dow Jones es lograda, a la vuelta de la esquina estaremos viviendo nuevamente un gran ajuste del petróleo y comenzará la peor recesión en la historia de Venezuela. Los árabes y países petroleros serios se han venido preparando como las hormigas, no así las chicharras rojo rojitas que se enfrentarán próximamente, a las carcajadas del capitalismo”. 08 de Agosto de 2013. (Cuando se escribió el Dow estaba cercano a los 14 mil puntos, a la fecha del descenso del petróleo había rozado los 18 mil puntos.)

“El barril caerá por debajo de los 60 dólares” “Cuando este nuevo 4 de julio pase, los ricos ajustarán los precios acabando con la especulación que necesitaban para invertir en su independencia del petróleo y Venezuela sufrirá su gran "Período Especial". Nadie habría alguna vez sospechado que Fidel Castro pasaría de depender de los recursos de la calle Neglinnaya en Moscú, a los dictaminados por el edificio de la Bolsa Mercantil de Nueva York situado en el  número uno de la calle del "Extremo Norte". Dos pájaros de un tiro y una doble venganza yankee al grito ¡Revolucionarios Go home!” 22 de Agosto de 2013

“Nos enfrentamos internacionalmente al fin de un superciclo de materias primas, la desaceleración de los países emergentes, el comienzo del fin de los estímulos monetarios en Estados Unidos y una revisión de políticas para impedir la especulación, que amenaza con un petróleo en sus niveles de toda la vida. (Por debajo de 60 dólares). 12 de Septiembre de 2013

“Sucederá a mediados o a finales del 2014”, el barril perderá ese valor ultra especulativo, hasta que (ojalá) se estabilice cercano a los $40-60” Thays Peñalver El Universal 26 de Septiembre de 2013. (Fue exactamente a partir del 14 de Julio que el petróleo comenzó a perder 5 dólares mensuales. De 105,61 en Julio a 100,75 en agosto, a 95,85 en septiembre y 85,08 en Octubre, a partir del ultimo trimestre se desplomo al doble de la velocidad)  

En 2014 “veremos que la era del dinero fácil (estímulos monetarios) en Estados Unidos se acabará, la independencia petrolera comienza a ser un hecho, el mercado está saturado, en paz y expertos como Marcelo Giugale, director del BM, ha lanzado ya la advertencia explicando que lo mismo nos pasó en 1980 con el petróleo (Bloomberg)” Feliz Cochina Trancada 26 de Diciembre del 2013. (El 29/10 de 2014 la Reserva Federal puso fin a seis años de estímulos económicos y el barril que había descendido a 88 se desplomo a 60 en apenas un mes, todos los expertos hablan hoy de la independencia petrolera y del mercado saturado como razones de la caída del petróleo)

“Hay que ser verdaderamente estúpidos para no tomar en cuenta que el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y el Fondo Monetario Internacional advierten que se “acabo la fiesta de las materias primas” y que nos dice que: “Las economías de América Latina llegaron al fin de fiesta de la “década de oro”. Ya no cabe la menor duda de que viene la gran caída del petróleo. 29/09/2014. (Nota al día siguiente de este articulo el petróleo comenzó su caída libre)

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HUGO Y SU ESPECULACIÓN PETROLERA

1/5/2015

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HUGO Y SU ESPECULACIÓN PETROLERA

Uno de mis hijos hace poco me enseñó, para una tarea del colegio, una de esas páginas de Internet que rezaba algo así como “las 10 cosas más caras que la gasolina”. Se trataba de una página completamente informal que explicaba estupideces obvias como que un barril de aceite de oliva era 1.000 veces más caro que uno de gasolina. El colegio le había pedido una tarea sobre el petróleo y a mi hijo le parecieron divertidas aquellas comparaciones, aunque al final se vio en la necesidad de abandonar muy a disgusto su uso, motivado por mis explicaciones sobre la diferencia de esos precios.

Explicarle a un niño, algo de teoría económica es a veces complejo, porque las cosas que más le llaman la atención son a veces las más difíciles de sacar de la cabeza, pero más o menos entendió a regañadientes que exprimir una aceituna, procesarla y embotellarla una por litro para luego colocarla en millones de anaqueles luego de unos gastos exorbitantes de transporte internacional y local, mercadeo de la competencia y gastos de colocación al detal, es también 1.000 veces más caro que procesar y vender el barril de petróleo. Adiós pues, a su extraordinario descubrimiento.

Para mi sorpresa, un par de semanas más tarde escuché algo que me erizó: “…debo confesarles que me llamaron muchísimo la atención los ejemplos que traigo aquí, extraídos de tablas y de estudios muy serios” explicaba esta vez nada menos que un Hugo Chávez emocionado y frotándose las manos. “¿Saben ustedes cuánto vale? perdonen la propaganda gratuita, ¿Cuánto vale un barril de Coca Cola? Vale 78.7 dólares, 303% comparado con un barril de petróleo” sentenciaba luego de presentar los “estudios serios” que demostraban que “un barril de helado vale 1.105 dólares, 4.250% comparado con nuestro pobre barril de petróleo. Un barril de vino, del buen vino vale 1.370 dólares, 4.500%. Comparemos, esto llama a risa, pero hablemos de estos y digamos al mundo la verdad. Un barril de champú 2.056 dólares”.

No podía dar crédito a lo que escuchaba, era la misma página de Internet que había traído mi hijo o alguna similar y ahora era presentada a los venezolanos nada menos que como “tablas y estudios serios” que además utilizaba un Presidente, de una República, en una cadena nacional y nada menos  que en su discurso de presentación del Plan de desarrollo Económico y Social de la Nación[1], para determinar el valor real de un barril de petróleo y su precio justo, con un grado de puerilidad económica, como la de mi hijo de 11 años.

No tiene sentido abrumar a nadie con las ecuaciones del departamento de producción de Coca-cola, pero si Hugo Chávez le entregaran un estudio serio para que entendiera que el costo de producir, embotellar, mercadear y vender a “una persona, una botella” 1.7 mil millones de veces al día en el planeta, 19.600 veces por segundo apenas deja una ganancia de unos pocos centavos por cada barril de coca-cola, la cosa cambiaría.

Pero ese mismo estudio serio puede ser también llevado de la siguiente forma, un barril de aceite de motor, que es derivado del barril de petróleo, costaría usando la misma fórmula del presidente 1.253 dólares o 1500% más que uno de Cocacola. Un barril de mezcla asfáltica para techos, también derivado de un barril de petróleo y vendido por galones costaría 1.780 dólares o 30% más que uno del buen vino presidencial. Por no hablar de lo que costaría un barril de productos derivados más importantes del petróleo para la industria plástica y química, cuyo precio podría multiplicar por mucho a un barril de champú.

Pero nosotros no tenemos que embotellar la gasolina en botellas de 333 mililitros y mercadearlo, luego de gigantes campañas publicitarias, en millones de puntos de ventas, porque entonces seria la botellita de 333cc de gasolina la que costaría varios cientos de dólares. El problema de la “seriedad de los estudios” es que son la prueba más fidedigna de que el presidente, luego de tres años, no tiene en lo absoluto ni idea de la materia y como ya lo he repetido ¿En manos de quien estamos?, por los momentos mi hijo de 11 años entendió el asunto, lastima que su presidente no tenga su inteligencia.



 


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EL PÁNICO DEL MADURÍSMO A CHÁVEZ

1/5/2015

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1.    EL PÁNICO DEL MADURÍSMO A CHÁVEZ

O había que aplaudirle todo

Desde que en Abril de 1971 se llevó a cabo el cambio de nombre de Faja Bituminosa, a Faja Petrolífera del Orinoco muy a pesar de las protestas de Pérez Alfonso[1] (“los políticos están empeñados en llamar petrolífera a la Faja Bituminosa”, Pérez Alfonso 1972 pág.117)  Ningún Presidente, Senador, Diputado o político volvió a llamar Faja Bituminosa del Orinoco a la conocida faja. El asunto para los políticos fue muy sencillo, cuando la Dirección de Geología en 1972, hizo el primer informe de que en la Faja Bituminosa habían enormes yacimientos de Petróleo (Boletín Pág. 117) y que para 1976 alcanzaban los 100.000 millones de barriles, aunque el MIT sostenía que la cifra podía alcanzar muchos más, tal como lo comentó Calderón Berti en su libro sobre la Nacionalización (Berti 78 pág. 45), ningún político jamás de la derecha o de la izquierda, volvió a llamar faja Bituminosa a la Faja.

Así se aumentaron desde 1979 las reservas probadas en plena exploración, que alcanzaron los 100.000 millones de barriles (III Discurso Luis Herrera) Y para el año 83 la Evaluación exploratoria de la Faja Petrolífera del Orinoco (centenares de pozos) dio como resultado la cifra de 213.296 millones de barriles de petróleo original en sitio (PDVSA Volumen 3, pág. 270) alcanzando para el momento del golpe de estado de Chávez la cifra cercana a los 300 mil millones de barriles (PDVSA 1991).

Solo un venezolano en la historia contemporánea política de Venezuela volvió a retomar el nombre de "Faja Bituminosa" y ese fue Hugo Chávez, quien desde 1995 no paró de referirse a la Faja de esa manera. Su desconocimiento era de tales magnitudes que en decenas de periódicos, declaraciones y entrevistas con la prensa extranjera fue el único que volvió a usar el termino "bituminosa" (Revista Semana 27/04/98) y oficialmente desde su discurso de inauguración. (Pág. 92) pese a las protestas de todos los expertos petroleros y de la oposición. Mientras Salas Rommer le corregía a "Petrolífera" en campaña, Chávez gritaba que era Bituminosa  en todas partes, incluida la II cumbre de la OPEP (Pág. 10) llegando hasta confundir a los árabes, quienes pensaron por un momento que habíamos descubierto otra Faja.

Y así continuó llamándola así hasta su 4to año (OEA 08/10/03, pág. 3) mientras la oposición y los expertos ya hartos, le gritaban hasta improperios reclamándole en la prensa que aquella faja se llamaba "Petrolífera". No fue sino hasta el 18/08/05 que el hombre, al parecer, se enteró de lo que todos los venezolanos menos él sabían. Pero en un acto de desfachatez sin precedentes exclamó: "¿Ustedes no recuerdan que hace años atrás comenzó a hablarse de la Faja Bituminosa del Orinoco? Eso fue parte de la estrategia de entrega del petróleo nacional...", y por allí se fue aquel hombre dejando a propios y ajenos con la boca abierta ante tamaño descaro, porque el único que había dicho semejante barbaridad, no había sido otro que él.

Hago este ejemplo porque todavía se puede escuchar aquella desfachatez y para dejar claro el pánico que aquel hombre les sembraba a los suyos. Nadie se atrevía a contrariar aquella locura, como nadie se atrevió a hacerlo nunca con ninguna otra. El culillo de los chavistas era tal, que todos se abandonaron a lo que dijera aquel hombre, por más errado y por más chifladas que fueran sus ideas.

Y así ejemplos sobran porque Chávez sabía perfectamente lo que había que hacer, pero hacia todo lo contrario. "Cuando tú no saques 20 considérate raspao" le decía su padre, de quien indicaba que era un verdadero educador. "Mi papá nos llevaba al cine, pero cuando yo no sacaba 20, yo no iba", explicándonos que la exigencia "era la verdadera manera de progresar y de salir de la pobreza". Pero en la práctica, ¿cuántos ministros de Educación le aplaudieron bajar los estándares educativos, los promedios, que un TSU fuera de plano un Licenciado, o bajar las tasas de repitencia, simplemente eliminando la repitiencia? Ese era Hugo Chávez, un maestro en la obra de mediocrizarlo todo para que el mundo le aplaudiera rápidamente unos logros que sencillamente eran mentira, convirtiéndose en un maestro, pero en el "embuste estadístico".

Así sobre el papel, Venezuela mejoró su educación. Pero cuando un niño del barrio se tenga que enfrentar a otro alemán o a uno chino, el venezolano sentirá en carne propia su realidad. Sobre el papel tenemos más médicos que nadie, pero muchos de esos médicos son "técnicos sanitarios" en 134 países del orbe. Así que cuando el país requiera de un cirujano cardiovascular en el futuro, lo que tendrá será una mentira estadística y estas, no operan corazones.

Y así le aplaudieron todo. Si les damos "rial pa' mejorar el rancho", colóquelo como una vivienda construida en las estadísticas, como bajaba el turismo, ordenó bajar los estándares y que todo colombiano que entrara en la frontera fuera "turista", sin importarle el destino económico de Venezuela. Y como eso, ordenó nada menos que bajar los estándares de ser pobre porque "Una revolución no se puede medir por encima, una revolución hay que medirla hasta el fondo". (Aló Presidente  236) y así sencillamente en apenas 24 meses, la pobreza bajo del 55% de la población, al 27% y 1.234.566 hogares dejaron de ser pobres de un plumazo.

Al hombre había que aplaudirle todos los inventos, solo porque quería superar la fama de Fidel Castro y caminar en la alfombra roja de Mónaco, hasta que los inventos terminaron por destruirlo todo. Porque los pobres, siguen viviendo en los mismos ranchos de siempre, los colombianos no vienen a los hoteles, los repitientes no son ingenieros, los "técnicos sanitarios" no operan a corazón abierto y la FAO da premios a Venezuela (como a los 94 países) porque damos de comer a punta de dólares, pero si bajan los precios del petróleo, el premio será lo único que nos podamos comer.

Por eso hoy da pena ver a los ministros hablando de "despilfarro", "ahorro" o "producción". Valga decir que su educación solo nos costó 1 millón de millones de dólares tirados a la basura.



 


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EL CHAVISMO SAUDITA

1/5/2015

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EL CHAVISMO SAUDITA

jueves 22 de noviembre de 2012 

"Es la Venezuela saudita" me dijo un amigo el otro día, con la convicción de quien te dice: "alguien está hablando de mí" cuando siente un zumbido en el oído. A falta de conocimiento, bien vale tener un buen mito a la mano y pasa igual con el mito saudita, a falta de conocimiento sobre lo que ocurre en ese país, nos imaginamos al millonario de turbante regalando pepitas de oro.

Hace poco conocí a un grupo de saudíes en un foro que cambió para siempre mi visión sobre las cosas, uno de ellos es un economista que trabaja para un banco británico. Yo cargada de preconceptos, lancé las sandeces económicas aprendidas en nuestra pequeña aldea tropical sobre la importancia de la reducción de la OPEP, que si China es la gran cosota, que si las guerras y demás enlatados que nos venden diariamente. Igual que mi amigo de la "Venezuela saudita" creí que quedaba regia con mi disertación y terminé como buena nativa de Barullópolis, aunque más respetuosa preguntando mas o menos asi: "¿mira, y tú cómo ves la vaina?", que es siempre la señal elocuente de que en verdad, lo que mejor sabemos hacer en Venezuela es repetir pistoladas.

De no ser porque estaba con un gran amigo, que lo conocía y también amigo del primero, estoy segura de que él jamás habría respondido como lo hizo, pero gracias a eso recibí una enorme lección, también más o menos así: Usted verá, en "El Reino" ya no manejamos esos conceptos, el petróleo no sube o baja porque nosotros bajemos la producción, los chinos paren sus fábricas o existan guerras en Medio Oriente. Para hacer corto el cuento en los 80 los sauditas y los países de la OPEP se dieron cuenta de que ellos no pintaban nada en las decisiones reales. La banca de Occidente que había generado una inmensa crisis económica, motivada por una especulación del ladrillo, echó mano del dinero de los árabes y del petróleo para evitar la quiebra (quebraron 5 mil bancos) y la mayoría de los líderes árabes comprendieron que debían dejar de vivir del petróleo en un proyecto a largo plazo y no volver a cometer el error que cometemos en nuestra ingenua aldeíta tropical. Ellos decidieron ahorrar como si el petróleo se fuera a agotar y nosotros decidimos gastar como si la vida se fuera a acabar.

De esta manera Arabia Saudita pasó en estos 14 años de exportar 6 billones de USD en productos no-petroleros, a 47 mil millones (70 mil en 2014). De 3 millones de turistas pasaron a la inmensa cifra de 17 millones. La idea es que en este ciclo especulativo (que creen que durará menos de una década) logren exportar 70 billones de USD no petroleros y tener 20 millones de turistas al año con lo cual coadyuvar a su desarrollo. Para eso lograron la impresionante cifra de más de 200 billones de dólares en inversión extranjera no-petrolera y la cotización de su bolsa de valores es mayor al tamaño de su economía. Otra cosa que decidieron era ahorrar para las vacas flacas y así sus fondos de inversión pasaron de 47 billones a la cifra de 563 mil millones de dólares en ahorro e inversión. Sus reservas pasaron de los 18 billones a los 632 mil millones de dólares y la idea es contar con la impresionante cifra de un trillón de dólares ahorrados (un millón de millones) o tres veces la economía de Venezuela en ahorro[1].

Esa fue la misma decisión que tomaron el resto de los países petroleros, que no volverían a repetir los errores del pasado frente a la bonanza. Con la única salvedad de un pequeño país suramericano, un país que es el único que vuelve a despilfarrar dinero a manos llenas como si le hubieran dicho que va a morir mañana, un país que ha vuelto a arrasar los ahorros de la bonanza. Un país que podía vivir con 15 mil millones de dólares y que ya no le alcanza con 100 mil y además pide prestado, un país que está aniquilando su industria no petrolera y sus exportaciones no tradicionales, su capitalización, que está expulsando la inversión extranjera y que cree lógico devastar su infraestructura turística y triplicar su deuda externa. Un país que regala las pepitas de oro a donde va y que vive sin pensar en el futuro de sus hijos.

Reza el dicho que el ser humano es el único animal capaz de tropezar dos veces con la misma piedra. Hay que revisarse, porque normal, como se dice normal, no es tropezarse 4 veces. Urge hacerlo y esto va con los dos bandos, porque es el futuro el que estamos arriesgando estúpidamente. No son los chavistas los que van a sufrir, no es el liderazgo opositor, sino sus hijos y nietos. Urge revisarnos porque este pensamiento está arruinando a Venezuela y porque tampoco se percibe una discusión y alternativa coherente. Propongo pues "La Venezuela saudita" o "El chavismo saudita" (para que algunos se sientan mas cómodos) siguiéndole los pasos a ese modelo y no a lo que el imaginario fantástico cree que pasa en ese país.



[1] Solo las reservas de Arabia Saudita para septiembre 2014 representan 744 millardos de dolares


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DANDOLE LA ESPALDA AL FUTURO

1/5/2015

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DANDOLE LA ESPALDA AL FUTURO
Por Thays Peñalver

Cada vez que escribo sobre petróleo, es lógico que algunos expertos se abalancen a sugerir mis errores sujetos a las máximas de la oferta y la demanda. Descontando aquellos que comienzan con el uso indiscriminado del diminutivo como “Thaisita” o los que subrayan “licenciada”, o “abogada” para dejar claro que el petróleo no es mi especialidad y mucho menos la “economía” aunque la sufra, asumo la buena fe del resto que me explica que el petróleo sube o baja por la ley de la oferta y la demanda, por las crisis en el golfo o el estrecho de Ormuz, porque el invierno es crudo y nos cayó en la televisión por sorpresa o porque China esta creciendo demasiado, en fin, todo lo que suponemos lógico y que debe preocuparnos.

Pero en mis artículos jamás  he discutido la influencia de la oferta y la demanda, ni el resultado de determinados factores sobre el aumento de uno o cinco dólares en los precios del petróleo en un momento en particular, (que además hemos sufrido y aprendido desde que exportamos el primer barril de petróleo). En mis artículos solo introduzco y lo he explicado hasta el hartazgo, un tema al debate del que nadie habla, la influencia de la alta especulación financiera y de los gigantes petroleros sobre determinados precios del petróleo y como algunos gobiernos lo han permitido, para pagar su costosa independencia de nosotros. Es muy simple, como nos interesan esos precios y punto nos hacemos los locos, pero no por eso debemos jamás darle la espalda a las 6 investigaciones del Congreso de Estados Unidos, como la del senado de Junio de 2006 (109-64) o el movimiento que encabezan los senadores Bernie Sanders y Bill Nelson junto a  otros 21 senadores y 47 congresistas sobre este fenómeno especulativo y que ahora por razones “geopolíticas” (Rusia, Iran, ISIS etc.) convino terminar.

Ahora bien, yo no uso el diminutivo y respeto a los expertos venezolanos (aunque los verdaderos también lo han explicado), pero no dejo de estudiar por ello a los expertos de la OPEP que nos explican en el anuario (2014 págs. 25-28) que la volatilidad y los aumentos abruptos son por especulación. A los expertos de Saudi Aramco, los de Kuwait, Libia o Rusia, los senadores estadounidenses, técnicos del CFTC (Comision de Futuros) y expertos estadounidenses que le explican a sus pueblos, que los precios cercanos a 100 son una anomalía y se tratan de especulación excesiva y que tarde o temprano van a ajustarse a la realidad. Gente de la talla de Bart Chilton, el Comisionado del CFTC quien sostiene que el problema a partir de determinado precio es “creado por los traders de Wall Street que juegan con el precio” (ABC news). Los economistas de la Reserva Federal que generaron un documento explicando como ocurre esa especulación a partir de los 70 dólares (Washington Post), expertos y miren que este si tiene con que hablar, como “Rex Tillerson el Presidente de Exxon-Mobil quien “admitió que “el precio del barril de petróleo basado puramente en la oferta y la demanda debería estar en un rango entre los 60 y 70$. La razón de que este cercano a 100$, explico Tillerson, es que los 6 “mayores del petróleo” usan contratos de futuro para cerrar en estos altos precios y la especulación basada en la ingeniería del trading de alta frecuencia cuantitativas de los hedge funds. (Revista Forbes).

Creo, sin mayores pretensiones, que le estamos dando la espalda a la discusión ”política” del material hecho publico (y que fue considerado como secreto de estado por el gobierno de USA) por el Senado, la Reserva Federal, el CFTC y la prensa en el que los analistas de Wall Street “admitieron durante la investigación que manipulaban la información a sus clientes” y la información que incluso se “coló” sobre cómo los gigantes de la energía manipulaban con los contratos de futuro, los precios del barril (Wall Street Journal) o de cómo Goldman Sachs sostiene que “cada millón de barriles en especulación de contratos de futuros, añaden 10 centavos al precio y que este (WTI) debería estar cercano a los 74,71 dólares (Forbes).

Creo que le hemos dado la espalda a la discusión de los ministros de Kuwait y de Arabia Saudita cuando se quejaban de esta especulación y Al Naimi el ministro en 2011 explico que: “El problema no es de suministro, sino de especulación”. Puede ser que los expertos venezolanos sean los únicos que tengan toda la razón, pero ¿por que darle la espalda a los expertos internacionales?, eso amigo lector, es francamente inaudito. Le hemos dado la espalda al experto Libio Abdalá El Badri, secretario general de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) cuando dijo: "Es necesario tomar medidas para frenar el impacto que adquiere la especulación financiera, como la de los fondos de cobertura (poco convencionales, de estrategias arriesgadas) y los bancos de inversión, con su creciente participación en el mercado petrolero".

Ahora bien, como lo dije antes, los verdaderos expertos petroleros venezolanos nos lo han dicho también clarito. El primero de ellos es Luis Giusti quien desde 1999 nos viene explicando y educando sobre los crudos marcadores y el fenómeno especulativo, desde que dijo: si bien “el petróleo sigue sometido a factores perturbadores ajenos a las fuerzas del mercado, como un invierno atípico en los países del Hemisferio Norte y las tensiones en Oriente Medio” son “los especuladores (que) establecen reglas de juego que impiden la estabilización de los precios, haciendo que, por ejemplo, la canasta petrolera nacional cayera el martes 40 centavos de dólar” (el barril estaba en 9,90) (venpres). O cuando subió hasta los $100 dijo claramente lo mismo que Tillerson: “A juicio del ex presidente de PDVSA, Luis Giusti, actualmente hay un gran peso especulativo y el precio del crudo caerá eventualmente a rangos que oscilan entre los 60 y 65 dólares”  que es el mismo precio de Tillerson (tal cual), o cuando explico que “ un factor de especulación, confusión e incertidumbre es la inmensa distorsión que presenta el crudo marcador WTI” pero que tarde o temprano el Brent se estabilizara a 80$ (El Espectador) o “a diferencia de lo que ocurría antes de los 70, ahora hay que adivinar lo que piensan millones de inversionistas” (El Nacional).

Que la oferta y la demanda hace que el barril se transe a determinado precio es cierto. Que cualquier amenaza de suspensión o exportación, guerra o conflicto influye coyunturalmente en los precios es correcto. Pero darle la espalda a la alta especulación financiera y a su influencia en los precios artificiales, solo porque nos conviene un barril a 100, no es solo darle la espalda al futuro, sino un verdadero suicidio. Porque si algo ha demostrado la bolsa, es que el que gana especulando al alza, gana también especulando a la baja.

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LOS EXPERTOS EN…. “BROCHURES” (1)

1/5/2015

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LOS EXPERTOS EN…. “BROCHURES” (1)


Estoy francamente harta de los pseudo-expertos que repiten como loros lo que leen en la prensa. “El petróleo subió impulsado por los buenos datos de la economía China”, “Impulso de la actividad industrial china, acelera los precios del barril”, “Escalada del barril se debe a la debilidad del dólar”, “subida del barril es producto de las tensiones del medio oriente”, “aumento del barril se debe a venta de inventarios de las reservas estratégicas”, “Exceso de demanda impacta los precios del petróleo”, “Barril en alza motivado al peor invierno en décadas”, "Subida de los precios del petróleo se debe a la temporada de huracanes” o mi favorito hasta ahora “posibles atentados terroristas estimulan la subida del barril de petróleo”. Semana tras semana, mes tras mes y año tras año nos explican con una lógica financiera, los vaivenes de las subidas del barril. Pero esas subidas y esas bajadas perfectamente explicadas se deben a que el petróleo subió 1,5 dólares por barril por la debilidad del dólar, o 2,30 dólares por el coyuntural invierno, o 0,38 dólares por la venta de inventarios. En fin, que estas noticias explican con claridad como subió un pequeñísimo porcentaje el barril de petróleo. Pero jamás porque en apenas un mes, el barril aumentó o perdió 30 dólares.

Thays, me repiten airados muchos, cuando me niego a creer una idiotez semejante a que un barril de petróleo que cotizaba en enero 30 dólares, subió a 150 dólares en 4 meses y luego bajo nuevamente a 30.  O que “de pronto” el mundo se da cuenta de que China lo necesita todo. Sin embargo no son pocos los que aluden el famoso “zapatero a sus zapatos”, como si mi carrera en derecho me tuviera prohibido estudiar las causas y efectos de cualquier tema o tener una opinión sobre determinado aspecto. Pero mira que atreverme a contradecir lo que dicen los brochures y las escuetas notas de prensa que refieren a desconocidos analistas bancarios, en algún lugar que suena importante como Nueva York o Londres, eso si que es una ofensa grave para los expertos venezolanos en…brochures bancarios. 

La excusa China: Esta es la mas usada,  quizás la favorita en los brochures. El petróleo bajo de 107 a 77 dólares por la “desaceleración de la economía China”. No hay tu tía, China se desacelera y el barril baja 30 dólares.  ¿Para que estudiar un poco lo que ha pasado antes? porque China se desacérelo de  10,4% en el 2010 a 9,3% en el 2011 y el barril subió 16 dólares.  Luego se estancó en 7,7% en el 2012 y 7,7% en el 2013 y el barril subió 6 dólares. Pero ahora resulta que porque China baja apenas 0,2% su ritmo de crecimiento, pues son 30 dólares. Así que por mas que digan, aquí hay gato encerrado.

La verdad, es que China creció el 102% durante la década de los 80’s en la que el barril promedió los 24 dólares y duplicó su consumo de petróleo (EIEA) en una década en la que el barril estaba en el piso. De hecho China repitió el milagro de crecimiento en la década siguiente (101%) con un barril que promedio los 17$ y nuevamente requirió el doble del petróleo sin que este aumentara los precios. China crecía el 100% década tras década. De hecho China comenzó a desacelerarse rápidamente a finales de la década del 2000 justo cuando el barril duplicó sus precios (Prom. 45$). E incluso y para ser mas claros, la única década en la que ha descendido dramáticamente su crecimiento y ha requerido menos petróleo en toda su historia, es la de los últimos 8 años, cuando el barril alcanzó los 100 dólares.

Así que la verdad es que China promedia por primera vez en 40 años sus peores records de crecimiento económico y de actividad industrial, mientras el barril triplicó sus precios. De hecho el analista que explicaba que el barril subía “por el aumento en los indicadores de producción industrial” en China, jamás leyó el articulo de esa misma semana del Wall Street Journal donde los economistas chinos explicaban que “la producción industrial china alcanza su peor crecimiento (además de forma consecutiva) en los últimos 6 años” (Sept. 13, 2014)

Si yo especulara como lo hacen esos expertos, me atrevería a decir que un barril caro es necesario específicamente para detener el avance chino, que es mas preocupante para las economías occidentales, que un Putin haciéndose el guapetón con Ucrania. Así es pues, que en los últimos años China ostenta sus peores records de crecimiento y su menor demanda de combustible en 40 años. Pero en los brochures, especulan con que el barril sube siempre gracias al “Milagro Chino”.

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LAS BANDAS DE CHAVEZ

1/5/2015

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LAS BANDAS DE CHAVEZ
O y aquí ¿Quién fija los precios?

“Vean ustedes como estamos llegando ya. Explicaba Hugo Chávez en Marzo del 2002, “estamos en la banda de la OPEP, 22,4 dólares el barril. Recuperamos la banda chico. La volvimos agarrar. Estamos de nuevo en la banda del precio justo.[1]” En Noviembre del 2002 volvió a explicar que “Hemos dicho que el precio justo del petróleo para nosotros está entre 22 y 28 y el promedio es 25, o sea, que estamos muy cerca de lo que consideramos el precio justo del petróleo” explicó. La OPEP había dejado claro que un petróleo a 28 dólares era lo considerado justo para los países productores y consumidores.

De hecho, en la conferencia anual de la OPEP en Viena se llegó al acuerdo de “mantener la estabilidad, introduciendo un mecanismo que permita limitar a una banda el precio del petróleo – 20 días consecutivos sobre los $28 o 10 consecutivos bajo los $22 activarían el mecanismo técnico de control limitando o ampliando la oferta” explico el secretario de la OPEO a los presentes. El asunto era muy sencillo si el petróleo pasaba mas de dos semanas sobre los 28 Arabia Saudita aumentaría “800 mil barriles su oferta” y si bajaban de los 22 en una semana, toda la OPEP restringiría al menos un millón de barriles.

Llegado el 2003 Hugo Chávez fue categórico. “Además el precio del petróleo, el promedio del mes de enero fue de 28.4 dólares por barril, un precio justo, porque eso es lo que debe valer el petróleo, 28 dólares el barril es un precio justo del petróleo”[2]. Y así, llegado septiembre del 2003 todos estaban felices y comían perdices, hasta que todo súbitamente comenzó a salirse de las manos de todo el mundo. El petróleo salió por primera vez de la banda hacia arriba una, dos, tres, hasta llegar a las diez semanas y por mas que se soltaron cientos de miles de barriles al mercado, el petróleo nunca mas recupero la banda de la OPEP.

¿Qué pasó?, ¿Por qué un mecanismo técnico de bandas diseñado para garantizar un precio que todos consideraron justo, no funcionó?. Fíjese, amigo lector, lo que ocurrió de acuerdo al anuario de la OPEP, cuando los precios superaron la banda, la OPEP autorizó el aumento de un millón de barriles en el primer trimestre pasando de 26,9 a 28 millones de barriles (pagina 17) y luego autorizó tres aumentos mas con los que se superó la demanda de petróleo mundial por cerca de 800 mil barriles, durante todo el año (pág. 23).  Pero el precio del barril prácticamente se duplicó hasta terminar promediando los 46,61$ en Octubre.

La OPEP había hecho todo lo posible y ahora escribía en su anuario que estaba: “lógicamente preocupada al ver los precios dispararse con lo que se impactaría severamente a las economías desarrolladas”. Habiendo aumentado mas de 2 millones sus exportaciones, saturado el mercado con 800 mil barriles de sobreoferta, algo se estaba cocinando mas allá de Viena y bastante alejados de los turbantes.

Venezuela de nuevo le estaba dando la espalda al futuro cuando en Abril del 2003 el gobierno estadounidense comenzó a deshojar la margarita para permitir a los gigantes bancarios negociar directamente el precio de las materias primas y en especial el petróleo. Así la Reserva Federal, en orden efectiva el 2 de Octubre de 2003, autorizo a su primer gigante para que iniciara operaciones a gran escala. Lo seguirían los otros países y sus gigantes a partir de Enero de 2004, la fiesta…. había comenzado.

Y así fue Rafael Ramírez, quien al año siguiente la razón por la que los mecanismos de protección de bandas no funcionaron: “en este caso tiene que ver con los fondos especulativos de capital que han migrado hacia el mercado petrolero que suman más de 80.000 contratos de futuros, de corto y mediano plazo, lo que representa que una buena parte del mercado está en manos de los especuladores, y lo que significa que el crudo puede subir o bajar de acuerdo con los intereses y las ganancias de éstos”. Mientras Alí Rodríguez nos dijo que: “La interferencia de los especuladores en el mercado energético hace que sea prácticamente imposible predecir el comportamiento a futuro del precio del barril de crudo”.

Todo esto ocurría mientras otra fiesta comenzaba, “Un petróleo a cincuenta dólares es un precio justo, no es caro” comentaba Hugo Chávez mientras se frotaba las manos. Y así siguió explicándonos que “$73 es un precio justo” y que “$100 es el nuevo precio justo”. Mientras los árabes, que ya sabían que habían perdido el control y quien estaba ahora al control de los precios, se apresuraron a hacer gigantescos fondos soberanos para protegerse de semejante especulación financiera, el orate de Sabaneta había perdido por completo el control de su propio destino. Una vez mas, otro presidente de Venezuela se volvería loco pensando que la fiesta duraría para siempre.



[1] Programa N° 100 Desde el Parque Nacional El Ávila Caracas, Venezuela Domingo 17 de Marzo De 2002


[2] Poliedro de Caracas 4 de Febrero de 2003, Discurso


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LAS “BANDAS” DE CLINTON

1/5/2015

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LAS “BANDAS” DE CLINTON
Por Thays Peñalver

“Y ahí está el petróleo en la banda –nos explicaba Hugo Chávez en 2003- la tenemos ahorita en 26, y fuimos a México, a Rusia y estamos de acuerdo y estamos cada tres meses en reuniones mirando para buscar un precio equilibrado y justo, y eso es positivo para todo el mundo. Al final Clinton entendió: “I like the bands” (me gustan las bandas) -yo no hablo mucho inglés pero medio lo entiendo- y me lo dijo en Nueva York, “I like the bands”.

El problema amigo lector, no es que Chávez no hable inglés, porque a fin de cuentas para eso están los traductores. El problema es que Chávez no habla “política internacional” que es muy distinto. Chávez no entiende al planeta, porque vivió 40 años en la selva, leyendo libros viejos de política arcaica y soñando con amarrar su caballo en Miraflores (Palacio de Gobierno). Como el bien nos lo explico, los árabes “no querían el sistema de bandas” y el en su profunda ignorancia la impuso pública y mediáticamente sin entender absolutamente nada de lo que estaba sugiriendo. El asunto es de una puerilidad tan grande que lo que da es pánico.

Un sistema de bandas, como su nombre lo sugiere, no es otra cosa que un piso y un techo. En el capitalismo global ese piso lo dan los costos de producción, transformación y ganancia y aunque podamos sugerir que en el capitalismo salvaje estadounidense las transnacionales esquilman a los compradores, la realidad es que eso no ocurre. Un vehículo Ford o general Motors no se vende con sistema de bandas, de hecho la ganancia del vehículo a veces es irrisoria en comparación con el petróleo y esas compañías apenas contabilizan una ganancia de entre el 5% y 7% para sus accionistas (Fortune).

“I like the bands”, le dijo Clinton. Por el amor de Dios ¿y a quien no le va a gustar cartelizarse y vender su producto como a uno le venga en gana?. Pero imaginemos por un momento a Clinton paseando por el mundo cartelizándose con todos los productores de carros, desde la Toyota, pasando por Subaru, Mercedes y Volkswagen hasta los últimos productores indios para establecer un sistema de bandas para los países que consumen esos carros importados. “I Like the bands” a tres o cuatro veces el valor de la maquinaria industrial, productos electrónicos, computadoras en fin a todos. ¡Por supuesto que a Clinton le encantarían esas bandas, pero eso en Estados Unidos esta prohibido.

Y ya eso nos pasó en los 70’s cuando decidimos cartelizarnos y la respuesta de los países consumidores fue destruirnos. Cuando Chávez le dijo a Clinton lo de las bandas, lo primero que hizo fue lo lógico. Convocar a sus asesores y explicarles que la OPEP pensaba aplicar una nueva cartelización de sus precios. En política internacional eso sugeriría una escalada de precios en las materias primas “cartelizadas” para equiparar los nuevos costos, en fin que Chávez armo la gorda. ¿El resultado? Lo que mas podíamos temer los países productores de materias primas.

El Congreso de los Estados Unidos, en manos republicanas entendió que no podía permitir nuevamente un manejo cartelizado y desempolvó un veto a la Ley de Modernización del de los futuros de materias primas (The Commodity Futures Modernization Act of 2000 o CFMA) y comenzaron las grandes reformas para permitir que los gigantes petroleros y bancarios especularan con los precios del petróleo. Si Chávez, como en su momento Pérez, pensaba que los países petroleros podían cartelizarse para imponer los precios, Clinton y “su banda” pensaba que fueran los gigantes bancarios, petroleros y mercados, en fin los intereses y el dinero estadounidense. Con esta reforma y las legislaciones que siguieron para desregularizar las transacciones financieras, el mercado de las materias primas comenzó a volar en gran medida, iniciando “la fiesta de los comodities”.

 Y ¿Por qué deberíamos temer a esa fiesta y a los precios altos? Pues el problema, es cuando los intereses y el dinero que sustentan esos aumentos, vuelvan a sus lugares tradicionales de inversión o los gobiernos de países desarrollados  no le convenga y se acabe la fiesta. Deberíamos temerle porque Venezuela debería ahorrar el excedente en un enorme e intocable “Fondo Soberano”, pero Hugo Chávez en su eterna ignorancia cree, a pies juntillas, que su banda, es mas grande que la de Clinton.

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LA AMENAZA PETROLERA Y EL CHAVISMO PREHISTORICO

1/5/2015

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1.    LA AMENAZA PETROLERA Y EL CHAVISMO PREHISTORICO

Por Thays Peñalver

En su cuarto mensaje al Congreso en el año de 1968[1] un ufano Raúl Leoni le explicaba al país que: “Durante el año de 1967 la producción de petróleo crudo alcanzo los 3.542.120 barriles”, siendo exportados cerca de 3,32 millones al exterior, principalmente a Estados Unidos y en segunda instancia a Europa y al Asia. Y llego ese pensamiento chavista que siempre ha existido en Venezuela. Exactamente en el IV mensaje al Congreso una década mas tarde un ufano Carlos Andrés Pérez gritaba iracundo que había logrado el control del petróleo y se habían aliado con los árabes con los que había impuesto finalmente un precio justo al petróleo. Pérez, como Chávez, cartelizado con los árabes fue realmente el primero que utilizo el petróleo como arma política sin entender jamás que la guerra política, siempre la pierde el mas pendejo.

Si bien Venezuela no participó en el embargo petrolero árabe, si aprovechó la coyuntura para imponer sus propias reglas del juego. Carlos Andrés Pérez trató de arrodillar e imponer –junto al cartel- una “nueva realidad”, pero lo hizo con el mismo atropello absurdo del marxismo trasnochado, no había nadie mas revolucionario que él y en su cabeza de chorlito, creía objetivamente que una decena de pobres unidos y envalentonados, hacían un rico.

Fue el presidente Ford el que denuncio en la ONU la maniobra el 20 de septiembre del 74. “Los países productores están utilizando el petróleo como arma política” dijo y allí brinco la precuela de Chávez, un irritado Pérez en tono de guapetón de barrio exclamando que el discurso de Ford ante la ONU era una “amenaza abierta a la soberanía de Venezuela”. A partir de allí, en aras del “bienestar de la patria” había que “independizarse de los Estados Unidos” y saco de ese mercado 1,5 millones de barriles diarios, dejando apenas 522 mil para agosto de 1975 (EIEA).

El muy imbécil – en la primera acepción de la palabra- no se daba cuenta de que ni los rusos, ni los chinos habían dejado jamás de comerciar con los Estados Unidos, pero sobre todo jamás vio venir a sus amigotes del cartel que se apresuraron a aprovecharse de la idiotez de Pérez. Así mientras el “pre-chavismo” hacia de las suyas, los árabes invertían “todo lo que recibían del petróleo en los Estados Unidos” (ABC), y de esta manera Arabia Saudita que vendía 500 mil barriles diarios, aumento a 1,72 millones de barriles durante Pérez, exactamente la misma proporción que los venezolanos en apenas dos años, con el agradecimiento infinito de la familia real, al chavismo prehistórico.

Por eso Carlos Andrés Pérez, se maravillaba de su obra libertadora al exportar apenas la mitad de los barriles de 1961: “Si tomamos en cuenta –exclamó- el nivel de las exportaciones de 1974 situadas en unos 2,2 millones de barriles, con las disminuciones que en la producción fue haciendo mi gobierno significa que hemos dejado de producir 723 mil barriles adicionales”[2] Pérez había destruido para siempre las posibilidades de crecimiento venezolanas, pero lo mas dramático, fue el aplauso de los presentes que gritaban “libertad”.

En apenas una década el gobierno había reducido prácticamente a la mitad (1,6 millones de barriles) las exportaciones con la única finalidad de “independizarse de los Estados Unidos”. Habrían de pasar otros 10 años para escuchar de la boca de otro presidente (Lusinchi) que Venezuela había logrado recuperar parte del mercado estadounidense y que habían logrado, luego de años de exportaciones de apenas 1,356 millones de barriles diarios[3] que: “Venezuela logrará una exportación de 1.535 mil barriles diarios” o el 47% de lo que cualquier día de 1967 logramos exportar. Mientras eso ocurría a Venezuela simplemente se la vacilaron “nuestros compañeros de cartel” que justo al momento de las palabras de Lusinchi exportaban desde medio oriente y áfrica 6,16 millones de barriles a Estados Unidos mientras que Venezuela apenas participaba con el 10% de esa cifra, los venezolanos a 2 mil millas náuticas de ese país y con las reservas mas grandes del planeta, nos habíamos libertado de ese mercado.

La libertad, vino de la mano con una realidad y frialdad pasmosa. Cuando la prensa estadounidense le preguntó al presidente Ford que haría ante “la amenaza venezolana”, su respuesta fue la misma que la de Bush décadas mas tarde. No habría invasiones de película, ni retaliaciones económicas, la libertad, solo se combate con libertad. Por eso El 28-08-74 Ford explicó: “No podemos hacer nada ante las medidas (amenazas) de un país como Venezuela. Estas iniciativas se deben enfrentar estimulando el proyecto de independencia a largo plazo y a través de una acción conjunta de los países consumidores a corto plazo”[4]. El mismo mes que Pérez le explicaba a la nación “la liberación de Venezuela” y que las exportaciones habían descendido a menos de la mitad, un presidente Ford firmaba un proyecto desconocido, el “Eastern gas shale” para comenzar los estudios de un novedoso método de extraer combustible, el fracking, otorgando los primeros fondos públicos para su estudio por 10 millones de dólares.

Había nacido una nueva era que estuvo años en secreto y que le explotó al siguiente chavista gritón de la historia. Había comenzado la era del Shale.


[1] Imprenta Nacional IV mensaje al Congreso, Presidente Raul Leoni, 1968, pag. 93 (Petroleo)


[2] Mensaje de año nuevo del Presidente de la República Carlos Andrés Pérez: salutación a la Nación desde el Palacio de Miraflores, Imprenta Nacional 1978, pag. 16


[3] Segundo mensaje al Congreso de la República, Jaime Lusinchi, Oficina Central de Información, 1986  págs. 66-68

 


[4]


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    THAYS PEÑALVER

    Agogada, columnista y colaboradora de los diarios El Universal y El Nacional de Venezuela y del diario El Mundo de España.

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    Enero 2015

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